El amor no tiene etiquetas, es un vídeo que en poco tiempo se ha hecho viral, en el cual reúne todos los ingredientes: habla de amor, genera expectación y sorprende después al espectador.
Todo comienza en una pantalla gigante y un grupo de personas observando a través de rayos X a varias parejas (esqueletos) besándose, abrazándose y bailando.
La sorpresa ocurre cuando los individuos anónimos comienzan a asomar la cabeza, dejando ver su verdadero aspecto. Parejas del mismo sexo, de diferentes razas, edades, una niña con síndrome de Down, un invidente. Todos ellos se mostraban iguales tras la radiografía demostrando que no debe existir prejuicios y el objetivo principal es fulminar la discriminación dando a entender que todos somos iguales.
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